sábado, 10 de mayo de 2014

"Instrucciones para subir una escalera" Julio Cortázar


Subir una escalera parece muy simple. Tan simple como sólo lo puede decir él.  Aquí este fantástico cuento que se puede encontrar en " Historias de cronopios y de famas" (1962). 


Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de 
manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y 
luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una 
nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada 
hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano 
izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal 
correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. 
Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se 
sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido 
a la escalera, ya que cualquier otra combinación producirá formas quizá 
más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un 
primer piso. 
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan 
particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de 
pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que 
los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, 
y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por 
levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi 
siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en 
el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar 
llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también 
llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado),

"La madre de Ernesto" Abelardo Castillo

Hola amigos lectores. Es muy difícil para mí elegir un cuento. Pero hoy les voy a contar la primera vez que escuché un cuento de Abelardo Castillo, "La madre de Ernesto". Tuve el privilegio de tener a un magnífico profesor de literatura, el señor David Boitano. Él sembró en todos la pasión por los cuentos. Narraba extraordinariamente. Así, en su voz, con su fuerza, como mordiendo cada palabra, nos lo contó. La historia impacta, me hizo pensar en un amor más allá de las miserias del ser humano. Lo viví como un relato duro, burlón, donde el débil límite de una amistad se contrasta con el amor poderoso de una madre. http://www.editorialutopias.com.ar/blog/2011/01/07/la-mama-de-ernesto-de-abelardo-castillo/

Lo sabemos, pero volvemos a caer.

Sin duda, usted conoce los "cuentos del tio", sin embargo todos sabemos que somos presa fácil por ¿Ignorancia?... ¿Avaricia?... ¿Inocencia?...


Un cuento muy breve, pero una estocada profunda a mi alma.

Buscando algo para leer, encontré un cuento más que corto de Oscar Ferrara en:http://www.elinodoro.com/historias/6/221/Don%20Marcial%20y%20el%20angel.html

Miré globalmente su extensión y me pregunté, dudando, si ese texto tan breve tenía algo para decirme. ¡Que error! Su lectura y la relectura me pusieron de frente a mi propia humanidad. Es que a veces corro y corro tanto, que paso sin detenerme en situaciones que exudan AMOR