sábado, 10 de mayo de 2014

"Instrucciones para subir una escalera" Julio Cortázar


Subir una escalera parece muy simple. Tan simple como sólo lo puede decir él.  Aquí este fantástico cuento que se puede encontrar en " Historias de cronopios y de famas" (1962). 


Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de 
manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y 
luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una 
nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada 
hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano 
izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal 
correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. 
Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se 
sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido 
a la escalera, ya que cualquier otra combinación producirá formas quizá 
más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un 
primer piso. 
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan 
particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de 
pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que 
los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, 
y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por 
levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi 
siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en 
el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar 
llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también 
llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado),

llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo 
peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el 
pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la 
coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace 
difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo 
tiempo el pie y el pie.) 
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente 
los movimiento hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella 
fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se 
moverá hasta el momento del descenso. 

http://nuevaliteratura.com.ar/descargas/Historia%20De%20Cronopios%20Y%20De%20Famas%20-%20Julio%20Cortazar.pdf        

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